9 Poemas Cortos de César Vallejo y lo triste de su vida

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hoy voy a compartir contigo una lista de 9 poemas del gran César Vallejo entre los cuales figuran Los Heraldos Negros, Trilce, Piedra Negra Sobre Una Piedra Blanca, A Mi Hermano Miguel, entre otros.




Conocí a César Vallejo en la primaria y no por su poesía, más bien, por Paco Yunque su cuento más famoso.
Pero fue ya en la secundaria en donde las oscuras lineas de los "Heraldos Negros" fueron el primer vocado a degustar de su estupendo arte literario y así fue como llegué a ser uno de sus tantos aférrimos seguidores. Diciendo esto, te dejo con su poesía y a la vez con lo duro de su biografia, abandono de estudios, estrechez económica, un intento de suicidio y más. ¡Disfruta!


lineas del poema los heraldos negros


1- Los Heraldos Negros


Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!

César Vallejo


César Abraham Vallejo Mendoza Nació en Santiago de Chuco (Trujillo - Perú) un 16 de marzo de 1982. Es considerado uno de los grandes innovadores de la poesía del siglo XX . Sus primeras públicaciones ven la luz en la ciudad de Lima, tituladas como "Los Heraldos Negros" (1918) y "Trilce" (1922) obras que anuncian y coinciden con la propagación del vanguardismo a nivel mundial.



versos del poema trilce


2- Trilce


Hay un lugar que yo me sé
en este mundo, nada menos,
adonde nunca llegaremos.

Donde, aun si nuestro pie
llegase a dar por un instante
será, en verdad, como no estarse.

Es ese sitio que se ve
a cada rato en esta vida,
andando, andando de uno en fila.

Más acá de mí mismo y de
mi par de yemas, lo he entrevisto
siempre lejos de los destinos.

Ya podéis iros a pie
o a puro sentimiento en pelo,
que a él no arriban ni los sellos.

El horizonte color té
se muere por colonizarle
para su gran Cualquiera parte.

Mas el lugar que yo me sé,
en este mundo, nada menos,
hombreado va con los reversos.

Cerrad aquella puerta que
está entreabierta en las entrañas
de ese espejo. ¿Está? No; su hermana.

No se puede cerrar. No se
puede llegar nunca a aquel sitio
do van en rama los pestillos.

Tal es el lugar que yo me sé.

César Vallejo


Fue el menor de once hermanos; de apariencia mestiza debido a que sus abuelas fueron indígenas y sus abuelos gallegos. Vallejo era un hombre de tez morena, con una ancha nariz. En su infancia sus padres querían dedicarlo al sacerdocio, lo que él aceptó de muy buena gana; de ahí que existan tantas referencias bíblicas y litúrgicas en sus primeros versos.



extracto del poema los dados eternos

3- Los Dados Eternos


Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!

Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
Y el hombre sí te sufre: ¡el Dios es él!

Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado...
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.

Dios mío, y esta noche sorda, oscura,
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.

César Vallejo


Cursó sus estudios primarios en el Centro Escolar Nº 271 de Santiago de Chuco y estudió la secundaria en el Colegio Nacional San Nicolás de Huamachuco.
En 1910 se matricula en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo, pero retorna a su pueblo debido a problemas económicos. Apoyó a su padre en las tareas administrativas de gobernador y es ahí donde tiene contacto cercano con la realidad de los mineros de Quiruvilca, lo que inspirará su futura novela "El tungsteno".



versos del poema siento a dios que camina

4- Siento a Dios que Camina...


Siento a Dios que camina
tan en mí, con la tarde y con el mar.
Con él nos vamos juntos. Anochece.
Con él anochecemos. Orfandad...

Pero yo siento a Dios. Y hasta parece
que él me dicta no sé qué buen color.
Como un hospitalario, es bueno y triste;
mustia un dulce desdén de enamorado:
debe dolerle mucho el corazón.

Oh, Dios mío, recién a ti me llego,
hoy que amo tanto en esta tarde; hoy
que en la falsa balanza de unos senos,
mido y lloro una frágil Creación.

Y tú, cuál llorarás... tú, enamorado
de tanto enorme seno girador...
Yo te consagro Dios, porque amas tanto;
porque jamás sonríes; porque siempre
debe dolerte mucho el corazón.

César Vallejo


Viajó a Lima en 1911 para matricularse en la Facultad de Medicina de San Fernando, pero nuevamente abandonó por razones económicas para luego conseguir un empleo de preceptor de los hijos de un rico hacendado de Acobamba, trabajo en el cual duró siete meses. Luego regresó a Trujillo, y en 1912 se empleó como ayudante de cajero en la hacienda azucarera “Roma”, donde vió de cerca la cruel explotación de los peones indios.



lineas del poema los pasos lejanos de vallejo

5- Los Pasos Lejanos


Mi padre duerme. Su semblante augusto
figura un apacible corazón;
está ahora tan dulce…
si hay algo en él de amargo, seré yo.

Hay soledad en el hogar; se reza;
y no hay noticias de los hijos hoy.
Mi padre se despierta, ausculta
la huida a Egipto, el restañante adiós.

Está ahora tan cerca;
si hay algo en él de lejos, seré yo.
Y mi madre pasea allá en los huertos,
saboreando un sabor ya sin sabor.
Está ahora tan suave,
tan ala, tan salida, tan amor.

Hay soledad en el hogar sin bulla,
sin noticias, sin verde, sin niñez.
Y si hay algo quebrado en esta tarde,
y que baja y que cruje,
son dos viejos caminos blancos, curvos.
Por ellos va mi corazón a pie.

César Vallejo


En 1913 regresa a Trujillo con el propósito de retomar sus estudios universitarios. Trabaja como maestro en el Centro Escolar de Varones Nº 241 y luego como profesor del primer año de primaria en el Colegio Nacional de San Juan a fin de costearse sus estudios, y es ahí donde tuvo como alumno pequeño a Ciro Alegría, que más tarde se convertiría en un gran novelista. El 22 de septiembre de 1915 se gradúa de bachiller en Letras con su tesis "El romanticismo en la poesía castellana".

En 1917 conoce a Mirtho (Zoila Rosa Cuadra), una muchacha de quince años con quien sostiene un apasionado y corto romance. El cual desemboca en un frustrado intento de suicidarse a causa del desengaño. Luego es convencido por sus amigos de viajar a Lima para continuar con sus estudios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y conseguir su doctorado en Letras y Derecho.



versos del poema a mi hermano miguel de vallejo


6- A Mi Hermano Miguel


Hermano, hoy estoy en el poyo de la casa.
Donde nos haces una falta sin fondo!
Me acuerdo que jugábamos esta hora, y que mamá
nos acariciaba: »Pero, hijos...«
Ahora yo me escondo,
como antes, todas estas oraciones
vespertinas, y espero que tú no des conmigo.
Por la sala, el zaguán, los corredores.
Después, te ocultas tú, y yo no doy contigo.
Me acuerdo que nos hacíamos llorar,
hermano, en aquel juego.
Miguel, tú te escondiste
una noche de agosto, al alborear;
pero, en vez de ocultarte riendo, estabas triste.
Y tu gemelo corazón de esas tardes
extintas se ha aburrido de no encontrarte. Y ya
cae sombra en el alma.
Oye, hermano, no tardes
en salir. Bueno? Puede inquietarse mamá..

César Vallejo


Ya en Lima conoce a lo más selecto de la intelectualidad limeña. Entre ellos Clemente Palma, que había sido un furibundo detractor de su obra poética, pero quien esta vez le da muestras de respeto. Llega a entrevistarse con José María Eguren y con Manuel González Prada, a quien los más jóvenes consideraban entonces un maestro y guía. También se vinculó con escritores e intelectuales como Abraham Valdelomar y su grupo Colónida, junto a José Carlos Mariátegui; con ambos hace profunda amistad. Además conoce a Luis Alberto Sánchez, Juan Parra del Riego y al periodista Carlos Pérez Cánepa quien publicó algunos de los poemas de Vallejo en su revista Suramérica.



versos del poema el poeta a su amada

7- El Poeta a Su Amada


Amada, en esta noche tú te has crucificado
sobre los dos maderos curvados de mi beso;
y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado
y que hay un viernesanto más dulce que ese beso

En esta noche rara que tanto me has mirado
la Muerte ha estado alegre y ha cantado en su hueso
En esta noche de septiembre se ha oficiado
mi segunda caída y el más humano beso

Amada, moriremos los dos juntos, muy juntos;
se irá secando a pausas nuestra excelsa amargura;
y habrán tocado a sombra nuestros labios difuntos

Y ya no habrá reproches en tus ojos benditos
ni volveré a ofenderte. Y en una sepultura
los dos dormiremos, como dos hermanitos.

César Vallejo


Su Madre fallece en 1918 lo cual lo empuja, a retornar a Santiago de Chuco en mayo de 1920. El 1.º de agosto ocurre un incendio y saqueo de una casa del pueblo, perteneciente a la familia Santa María Calderón, arrieros negociantes de mercaderías y alcohol desde la costa, suceso del que se acusa injustamente a Vallejo, el se esconde pero es descubierto, apresado y arrojado a un calabozo de Trujillo donde permanecerá durante 112 días. Tras salir en libertad condicional, se dirige nuevamente a Lima, donde su cuento de corte fantástico "Más allá de la vida y de la muerte" fue premiado en un concurso literario. El premio lo usa para financiar otras publicaciones literarias.



versos del poema hoy me gusta la vida mucho menos

8- Hoy Me Gusta La Vida Mucho Menos


Hoy me gusta la vida mucho menos,
pero siempre me gusta vivir: ya lo decía.
Casi toqué la parte de mi todo y me contuve
con un tiro en la lengua detrás de mi palabra.

Hoy me palpo el mentón en retirada
y en estos momentáneos pantalones yo me digo:
¡Tánta vida y jamás!
¡Tántos años y siempre mis semanas!…
Mis padres enterrados con su piedra
y su triste estirón que no ha acabado;
de cuerpo entero hermanos, mis hermanos,
y, en fin, mi sér parado y en chaleco.

Me gusta la vida enormemente
pero, desde luego,
con mi muerte querida y mi café
y viendo los castaños frondosos de París
y diciendo:
Es un ojo éste; una frente ésta, aquélla… Y repitiendo:
¡Tánta vida y jamás me falla la tonada!
¡Tántos años y siempre, siempre, siempre!

Dije chaleco, dije
todo, parte, ansia, dice casi, por no llorar.
Que es verdad que sufrí en aquel hospital que queda al lado
y que está bien y está mal haber mirado
de abajo para arriba mi organismo.

Me gustará vivir siempre, así fuese de barriga,
porque, como iba diciendo y lo repito,
¡tánta vida y jamás y jamás! ¡Y tántos años,
y siempre, mucho siempre, siempre siempre!

César Vallejo


El 13 de julio de 1923 nuestro Vallejo, Arriba a París. Sus precarios ingresos provenían del periodismo, si bien fungió también de traductor. Escribía para el diario El Norte de Trujillo, y las revistas L Amérique Latine de París, España de Madrid y Alfar de La Coruña. Sus dos primeros años en París fueron de bastante estrechez económica, por lo que muchas veces tuvo que dormir en la calle. Inicia amistades con escritores como Juan Larrea y Vicente Huidobro; además de importantes intelectuales como Pablo Neruda y Tristan Tzara.



extracto del poema piedra negra sobre una piedra blanca


9- Piedra Negra Sobre Una Piedra Blanca


Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París y no me corro
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos…

César Vallejo


A inicios de 1938 trabaja como profesor de Lengua y Literatura en París, pero el 24 de marzo es internado por la reactivación de un antiguo paludismo que sufrió de niño y entra en crisis el 7 y el 8 de abril. Fallece una semana más tarde, el 15, un viernes santo con llovizna en París. se le realizó un embalsamamiento. El 19 sus restos son trasladados a la Mansión de la Cultura y más tarde al cementerio de Montrouge. Sus poemas póstumos fueron agrupados en dos poemarios: "Poemas humanos" y "España, aparta de mí este cáliz", publicados en 1939 gracias al empeño de su viuda, Georgette Vallejo.





Si hablamos de poetas peruanos que admiro con toda mi alma y corazón ese es César Vallejo , uno de mis grandes emblemas literarios, del cuál me siento orgulloso y admirado, pues compartimos la tierra y el abrazo del sol, por eso Si te gustaron estos poemas y deseas una segunda parte en donde traiga otros bellos poemas de este gran poeta deja un comentario. No olvides que puedes compartir este post en tus redes sociales. Yo me despido por ahora, hasta la próxima... !Ama, Vive y Sueña!

Just Moreno


¡Gracias por compartir, hasta pronto!

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