-Pedro Páramo
“Este mundo,
que lo aprieta a uno por todos lados,
que va vaciando puños de nuestro polvo aquí y allá,
deshaciéndonos en pedazos
como si rociara la tierra con nuestra sangre.
¿Qué hemos hecho?
¿Por qué se nos ha podrido el alma?.”
Juan Rulfo.
Esta novela es sin duda una obra maestra que vale la pena leerla. En ella, el Maestro Rulfo nos
muestra un viaje en el cual vivos y muertos (almas en pena) intercambian diálogos, cultivando en la lectura un aire lúgubre y fantástico.
Al recordar Pedro Páramo, no puedo evitar llevarme cosas tan profundas de la novela como el lamento de una vida ya robada y es por eso que dejo de ser literal y me dejo asaltar por las sensaciones de tristeza humana en las siguientes líneas.
Una larga senda que al recorrerla nos parte, nos divide y nos pierde entre miles de historias.
Historias que sobreviven quebrando el corazón de a pocos y a montones, mientras van dejando retazo por retazo de nuestra piel en un sinfín de botellas que flotarán a la deriva sobre mares de lamento, lamentos que darán con laberintos o muros de cristal.
Algunos cantos de dolor y miseria nos alcanzan por la espalda
-¡Ay de mi! recita el desdichado,
!Ay de Aquél! recita el porfiado,
más no hay libertad de la pena, la angustia y la nostalgia, pues quien vive con el corazón en la mano y buscando la vida, primero encuentra el desasosiego.
Es así el verdadero camino que conduce a la muerte sonriente pues somos almas cargando sacos de carne que por condena debemos amar, aunque parezca antagónico, solo a través del cristal del lamento y la sangre se puede apreciar el color de la vida y debemos aprender a llorar, caer y arrastrarnos entre nuestra miseria pues estamos condenados al suplicio y la extinción.
Y quien conoce el suplicio, aprende a disfrutarlo. Y es dulce la pena, antes de la felicidad.
Es todo por hoy, hasta el siguiente post.
Esta cita llega gracias a la difusión del blog del poemario
© Poemas de Vida, Muerte y Amor.
del autor peruano:Just Moreno
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